miércoles, 5 de noviembre de 2014

Gabriela Mistral

Gabriela Mistral es un seudónimo de Lucia de Maria del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga un nombre bastante largo ella era Chilena y una muy reconocida poeta y feminista.Ella es una de las principales figuras literarias del pueblo chileno y del continente Americano ganando el premio nobel de literatura en 1945.


Todas íbamos a ser reinas(1938)


Todas íbamos a ser reinas, 
de cuatro reinos sobre el mar: 
Rosalía con Efigenia 
y Lucila con Soledad. 


En el valle de Elqui, ceñido 
de cien montañas o de más, 
que como ofrendas o tributos 
arden en rojo y azafrán, 



Lo decíamos embriagadas, 
y lo tuvimos por verdad, 
que seríamos todas reinas 
y llegaríamos al mar. 



Con las trenzas de los siete años, 
y batas claras de percal, 
persiguiendo tordos huidos 
en la sombra del higueral, 



De los cuatro reinos, decíamos, 
indudables como el Korán, 
que por grandes y por cabales 
alcanzarían hasta el mar. 



Cuatro esposos desposarían, 
por el tiempo de desposar, 
y eran reyes y cantadores 
como David, rey de Judá. 



Y de ser grandes nuestros reinos, 
ellos tendrían, sin faltar, 
mares verdes, mares de algas, 
y el ave loca del faisán. 



Y de tener todos los frutos, 
árbol de leche, árbol del pan, 
el guayacán no cortaríamos 
ni morderíamos metal. 



Todas íbamos a ser reinas, 
y de verídico reinar; 
pero ninguna ha sido reina 
ni en Arauco ni en Copán. 



Rosalía besó marino 
ya desposado en el mar, 
y al besador, en las Guaitecas, 
se lo comió la tempestad. 



Soledad crió siete hermanos 
y su sangre dejó en su pan, 
y sus ojos quedaron negros 
de no haber visto nunca el mar. 



En las viñas de Montegrande, 
con su puro seno candeal, 
mece los hijos de otras reinas 
y los suyos no mecerá. 



Efigenia cruzó extranjero 
en las rutas, y sin hablar, 
le siguió, sin saberle nombre, 
porque el hombre parece el mar. 



Y Lucila, que hablaba a río, 
a montaña y cañaveral, 
en las lunas de la locura 
recibió reino de verdad. 



En las nubes contó diez hijos 
y en los salares su reinar, 
en los ríos ha visto esposos 
y su manto en la tempestad. 



Pero en el Valle de Elqui, donde 
son cien montañas o son más, 
cantan las otras que vinieron 
y las que vienen cantarán: 



En la tierra seremos reinas, 
y de verídico reinar, 
y siendo grandes nuestros reinos, 
llegaremos todas al mar.






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